Este proyecto on line, se trata de la renovación de una casa situada en el norte de Tenerife, concretamente una estancia de 48 m² que cumple las funciones de recibidor, salón y comedor.
La decoración original estaba completamente desfasada, con paredes en tonos rojos muy intensos y un mobiliario que no solo no combinaba entre sí, sino que tampoco aprovechaba bien los espacios. En resumen, el conjunto carecía de coherencia, orden y armonía.
Mi principal fuente de inspiración fue el entorno natural en el que se encuentra la casa, lo que me llevó a definir rápidamente el estilo que iba a darle. Al analizar el espacio, me encontré con una estancia sobrecargada de color y una distribución poco funcional, especialmente en la zona del salón. El reto era claro: transformar el ambiente, introduciendo colores claros, tejidos alegres y una distribución eficiente que maximizara el potencial de cada rincón.
Diseñé un plano con una nueva distribución para optimizar los 48 m², dividiendo el espacio en tres zonas bien diferenciadas: un pequeño recibidor, una zona de relax con sofás y televisión, y el comedor. El color blanco se convirtió en el protagonista principal, mientras que el verde actuó como complemento perfecto para darle vida y frescura al conjunto.
Para la zona de estar, opté por un sofá en forma de «L», ideal para aprovechar el espacio y, al mismo tiempo, actuar como separador visual del hall de entrada. En el centro, una mesa redonda añade ligereza, mientras que un sillón orejero en blanco y una mesita auxiliar en verde menta completan la composición, creando un ambiente cálido y acogedor.
En cuanto a los materiales, seleccioné fibras vegetales como el yute, lino y algodón, imprescindibles en este proyecto, acompañados de maderas claras como el pino o roble blanco. Todo el mobiliario sigue líneas sencillas y rectas, lo que aporta un toque moderno y minimalista sin perder calidez.
La zona de comedor es uno de mis espacios favoritos. No podía faltar una pared decorada con un precioso papel pintado de ramas verdes, uno de mis recursos decorativos favoritos, como muchos sabéis. Además, reutilicé restos del papel para decorar los interiores de las alacenas, que, al tener puertas de cristal, permiten ver este detalle, creando una sensación de cohesión y armonía en el mueble.
La mesa de comedor original se conservó y simplemente se restauró con una buena capa de barniz. Para darle carácter, añadí dos lámparas colgantes en color blanco y combiné sillas de distintos estilos y formas, lo que le da al comedor un aire desenfadado y divertido.
Un aparador en madera clara, complementado con una lámpara auxiliar y retratos familiares en blanco y negro, añade el toque final a esta estancia, logrando un equilibrio entre lo moderno y lo acogedor, y convirtiéndolo en un espacio lleno de personalidad.
Este proyecto fue todo un reto y una gran satisfacción, logrando transformar completamente la estancia en un ambiente luminoso, funcional y lleno de vida.
Isabel Díaz Vecino Interiorismo
Amarilla Golf
38639
San Miguel de Abona, S/C de Tenerife
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San Miguel de Abona, S/C de Tenerife