Restaurante junto al mar

Reforma de un restaurante en primera línea de mar. Tenerife, La Caleta, Adeje.

Sin duda un sitio privilegiado que necesitaba una buena reforma, un gran cambio de imagen para ser digno de un gran restaurante, como es Salitre. Tiene a sus espaldas más de 1.000 reseñas positivas que le convierte en uno de los mejores restaurantes de Tenerife.

Yo no podía sentirme más orgullosa cuando su propietario me llamó para que le hiciera la reforma. Un gran reto, una gran responsabilidad, pero el buen trabajo y el equipo humano de obra que hubo detrás hicieron posible que el resultado fuese espectacular.

Tengo que decir que el tiempo del que disponíamos para llevar a cabo este proyecto de reforma fue muy reducido. Después de un mes diseñando el anteproyecto, nos lanzamos a la ejecución en solo tres semanitas… todo un reto. 

Mi idea fue darle un estilo colonial al restaurante, nada que ver con el estilo que había antes. Necesitaba un gran impacto para que los clientes que esperaban con ansias su re-apertura viesen un cambio absoluto. Y me consta que así fue. 

Toda la carpintería de madera se lacó en un color ébano y las paredes se pintaron de un color blanco para dar más luminosidad al espacio.

Todo el mobiliario se cambió y se sustituyó por mesas individuales y dobles con tapa de madera de roble y pata en color negro.

Cada zona se diseñó de forma distinta. En el reservado, las paredes se empapelaron con un papel vinílico de efecto rafia en espiga en un color verde, se colocó una gran lámpara de rafia sobre la gran mesa redonda y se colocó un gran espejo redondo.

La zona central se diseñó con una gran bancada que se tapizó con una tela con tratamiento anti-manchas en color azul, y se decoró con diversos cojines de tamaños y texturas distintas en colores blanco y varios azules.

Las sillas son de un diseño muy actual y muy cómodas, adquiridas en Stilgarden.

En la zona de la parte alta donde va la barra de bar, se colocaron las mesas dobles y se destinó un pequeño rincón de bar, con mobiliario de mesas altas y taburetes.

El frontal de la barra se revistió con un azulejo vintage con forma de estrella en color negro y blanco roto envejecido, sin duda es el punto de llamada de atención de esta zona.

El botellero también se lacó en un color ébano como el resto de la carpintería y se colocó un papel pintado lavable en la trasera con diseño de bambú.

Para enfatizar el aire colonial que buscaba, todos los ventiladores de los techos se sustituyeron por otros del estilo y las ventanas se vistieron con estores de madera en color nogal.

Las paredes en blanco se decoraron con platos de madera de diversos tamaños y dibujos.

Por supuesto, en un estilo como este, no pueden faltar las plantas naturales que se colocaron en macetas de piedra natural y en macetas de terracota.

El resultado fue espectacular, sin duda los clientes quedaron encantados con el cambio y el propietario más.