Tengo que decir que esta reforma se llevó a cabo en muy poco tiempo, nada más y nada menos que en 9 días.
Mi clienta se fue de viaje y cuando llegó se encontró con la maravillosa sorpresa de tener su baño nuevo, con el esfuerzo de mi equipo que nos pusimos a trabajar a tope para terminarlo.
Nos encontramos con algún que otro problemilla (típico en las reformas) pero nada que no hubiéramos podido solucionar en ese periodo de tiempo.
El estado del baño anterior era un baño que carecía de luz y de gracia. Tenía un mueble con dos lavabos, a mi juicio un poco armatroste que abarcaba demasiado espacio. Los muebles con dos lavabos están muy bien si realmente se necesitan, pero si no, mi consejo es que se coloque solo un lavabo con una buena encimera para así disponer de más espacio. El baño también tenía una bañera que se sustituyó por un plato de ducha de resina hecho a medida y de un bidet, este último fue suprimido.
La transformación que sufrió este baño es deslumbrante, ha pasado de ser un baño oscuro y aburrido a ser un baño súper luminoso, funcional, actual y divertido.
Se colocó un falso techo continuo para introducir las luminarias, e hicimos un trasdosado en la pared para poder empotrar la grifería del lavabo y la cisterna del inodoro.
En cuanto a los materiales, se eligió para el suelo un porcelánico de alta resistencia antideslizante y para las paredes hasta 1 mt de altura un biselado en mate blanco.
La guinda del pastel lo pone el papel pintado vinílico Clementine de la firma Sanderson. La encimera es hecha a medida de roble macizo y el lavabo es el modelo Round de Roca.
Tanto el espejo que enmarca el lavabo como la lámpara colgante son de Ikea.